Ya están aquí
Empieza otro mes, atrás quedan las bondades del verano y las vacaciones. Y como no podía ser de otra forma ya están aquí:
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- Los buenos recuerdos del verano
- La apatía al dar voz y voto al despertador
- Las obligaciones que nos hacen aterrizar
- El caos circulatorio que aún bosteza, pero con voz ronca no llama por nuestro nombre
- Los disparates políticos que pretenden cambiar y ser nuestro “modus vivendi”
- La vecina del quinto con su cafetera, lavadora desincronizada o soplador de hojas haciendo de la suyas.
Y es que el verano es así, una pausa que nos da la vida para después pasar sin pulsarlo, al botón de avance rápido. Obviando el botón de play que debiera ser toda vida. Las cosas que hemos visto, las playas, montañas, paisajes y olores quedan comprimidos en un viejo pendrive en un cajón o en la omnipresente nube digital.
Quizás como dijo un poeta mañana sea tarde, quizás hoy es ya un hasta mañana. Conservar recuerdos, acumular baratijas del yo estuve, en mi opinión está de más. Tan solo lo que publicamos en nuestra mente, tiene validez de por vida. El almacenaje externo sobra, no te empeñes te lo quitará como tributo el barquero al pasar al otro lado.
¿Merece entonces la pena soportar todos los septiembres y los ya están aquí de todos los años? Sin duda, vendrán más veranos, vendrás más sensaciones, más recuerdos, más abrazos. Mientras tanto, capeemos el temporal como siempre lo hemos hecho, desde niños.
Bienvenido a tu vida.