Me han traicionado

Hoy me han traicionado, me han vendido por la cifra más baja, por un mísero denario o peor aún por paja mojada. Si lo sé, la culpa es mía y solo mía. Pero se veía venir, pero aun así quise apostar por quién coge el dinero de la apuesta y sale corriendo por una apuesta. Entiendo su posición, su oportunidad, el que tenga que atrapar a un tren que se le escapa. Pero debo ser un romántico del cine y simplemente me hubiera conformado con que asomara por la ventana y agitara su pañuelo.

Hoy me han traicionado y vuelvo a decir que la culpa es mía. Yo no buscaba el dinero, aunque en esta época de mi vida me hubiera ayudado a dormir un poquito mejor. Yo buscaba ayudar a un amigo con todo mi conocimiento, con todo mi talento, con todo mi corazón. Los billetes se esfuman, se gastan en caprichos o en llegar a fin de mes, pero la amistad perdura en los confines del tiempo y el espacio.

Adoro los trenes, especialmente los clásicos, los de vapor. Con su sonido, su traqueteo, su pintoresca figura en los paisajes, atravesando campos, montañas, países. Yo deseo que te lleve a tu destino, que conozcas la gloria, que disfrutes de tu vida. Pero cuando regreses, porque sabes que todo el mundo regresa, por la familia, por la añoranza, por el recuerdo, no vas a encontrarme en esa estación de la que un día hube de despedirte.

Te has ido en silencio, sin mi aplauso, sin mi sonrisa. Disfruta de la función de tu vida, que yo sí que me despido.

Hasta siempre amigo.

Dedicado a todos los community manager sin fronteras. Que nuestras horas de trabajo, de estudio, de sacrificio no se pierdan en estaciones de un sentido. Seamos revisores de nuestro propio tren y quién no tenga billete, ya sabéis ¡Que se baje en la próxima!

Laquehasliado

Por admin

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