Reinventar la rueda

Reinventar el mundo; curiosa palabra que debe de estar utilizándose desde que el mundo es mundo. Seguramente Nerón, al prender fuego a Roma pensó en cambiar las cosas, hacer una ciudad nueva, barriendo de un plumazo toda organización, jerarquía y leyes. A cuantos de nosotros nos gustaría prender fuego a las empresas, quemar sus puentes, sus avenidas, sus almacenes y construir algo nuevo para vivir con todo el gozo que nos provee la técnica informática. Pero una vez más la historia volverá a repetirse, toserá ante nuestra visión “avanzada”, sobre que el mundo ha de cambiar, las cosas deben  adaptarse y que la empresa debe  reinventarse. Me encantan las redes sociales, disfruto mucho con ellas, he conocido personas increíbles, pero he comprobado que no cambiaran todo. Puedes mandar el tuit más brillante del mundo, puedes hacer el post más motivador del momento, pero si no se va más allá, si no es apoyado por acciones directas, morirá al minuto siguiente de ser lanzado. Sin duda, las redes sociales mejoraran a las empresas pero los pilares de las éstas permanecerán inamovibles. Estos pilares, véase las fuentes de ingresos, los clientes, formas de pago, financiación y otras, permanecerán inalterables por mucho twitter que se mencione, por mucha red social que haga sombra. Pero lo que si mejorará y bastante es el contacto humano, las relaciones entre empleados, entre personas. Entre el gremio de anticuarios existe una máxima. Un objeto puede ser antiguo o viejo. Lo antiguo es valioso, lo viejo no. Un departamento de RR.HH. puede ser antiguo o viejo, los podemos encasillar en esa catalogación. Si es un departamento consolidado que cumple su función original con eficacia, estaremos ante un departamento antiguo, debe ser modificado porque la demanda lo exige, si por el contrario hace aguas, debe de ser considerado viejo, y por  tanto tiene que ser derruido y construido con nuevos pilares que soporten el nuevo caudal. Como ejercicio más visual, compare su departamento de RR.HH. con el acueducto de Segovia.

¿Cumple su funcionalidad original de llevar agua?. Si la respuesta es sí, debemos de saber que si su empresa ha crecido, quizás ya no es suficiente con un acueducto bonito, tradicional, pero insuficiente para cubrir la demanda, insuficiente para ofrecer garantías de salubridad. Seguirá cumpliendo su objetivo sin invertir un solo euro, pero no nos engañemos, no cubre todas las necesidades, o lo hará demasiado lento para la era actual.

¿Su departamento acueducto hace aguas? Usted pierde dinero, mejórelo con nuevas tuberías, bombas de presión, filtros purificadores,  control de pureza.