Los derechos de la mujer
Para unas será el sueldo, oportunidades, ventajas, para las menos quizás la fuerza. ¿Qué fuerza, fuerza para correr los 1000 metros, para el Paris Dakar, para escalar el Everest, para iniciar una empresa, una carrera académica, terminarla?
O la cosa no va por la fuerza. Los movimientos feministas actuales están aquí para quedarse o más bien para dar la vuelta a este mundo en el que vivimos.
Démosles entonces la vuelta.
La Diosa creó a la mujer y de una costilla creó un hombre. Ese hombre se dejó engañar por una serpiente (muy actual a día de hoy) y la diosa les expulsó del paraíso por no obedecer. Quizás ese hombre fuera Steve Jobs y nos dejará de recuerdo en ordenadores y teléfonos, la marca de la afrenta acontecida. Pero estamos hablando de mujeres, y claro sin Ada Lovelace*, al bueno de Steve no lo conocían ni en su casa.
La premisa de la igualdad de género
¿Por qué se ha convertido ‘feminismo’ en una palabra malsonante?
Casos de hembrismo
Otro ejemplo, las mujeres a coser, hilo y aguja. Giremos de nuevo la rueca hacia atrás y que cosan los hombres. De acuerdo siempre han existido los hombres que han cosido, y no me refiero a Balenciaga, Dior o similares.
¿Y al revés? Hombres escritores por doquier, conductores de coches, músicos… Que se lo digan a Rosalía de Castro, Ana María Matute, María de Villota, Ainhoa Arteta, y otras.
Lo que nos hace grandes como especie, es reconocer a los nuestros, a la persona que destaca sobre el resto. A la que brilla con luz propia y la que hace del mundo un lugar mejor. A todos aquellos que restan, sean sociedades u organizaciones que encumbren a su sexo y embista contra el otro, les auguro un final agónico. Al fin y al cabo si lo que se defiende es el sueldo en esta cruzada de moda, ya somos mayorcitos para negociar por nosotros mismos.
Para argumentar con conocimientos y experiencia, y salvo que se nos oponga el enchufismo, el amiguismo o el porque yo lo digo, una persona cuerda tendrá a razones. Si no atiende, da igual que seas Cristiano Ronaldo o Patricia Botin, si no te va a reconocer tú mérito no pierdas el tiempo.
Por suerte la vida es femenina y siempre encontrarás donde destacar. No te conformes.
[…] Los derechos de la mujer […]