yihadista

EL Yihadista inconforme

Había una vez en un país muy muy lejano un joven musulmán llamado Benaisa, este joven al que llamaré Ben por esto de la globalización, regentaba un negocio tópico árabe. Un bazar de alfombras, un puesto de camellos, un bar de kebab (elige lo primero que te venga a la mente al pensar en Ben) Un buen día, un “pepino” como llamamos en occidente y EEUU a los obuses de la artillería arrasó su casa con toda su familia dentro. Ben no se lo podía creer, acababa de dejar a su familia en casa después de comer, y un regalo del cielo, la voluntad de Alá como dicen los musulmanes acabó con su familia, en aras de no se sabe que ideales.

Ben con el corazón roto, maldijo a los 4 puntos cardinales, y el Imán de turno le colocó una ametralladora como báculo con el cual levantarse. ¿Dónde estaba su verdugo, donde el que acabó con su felicidad? El Imán le dice, ¡Ben, está en París, está en Madrid, está en New York! Y Ben sin nada por lo que vivir, decide invitado por el imán por lo que morir. Por esa voluntad divina de su Dios, o por la venganza a esos enemigos. Al final Ben fue un inconforme, cuando tuvo que inmolarse en un parque de Berlín, cuando vio a los niños jugar, a los padres sonreír, y supo que Alá no decía nada de reventar en mil pedazos y acabar con inocentes cuyo máximo pecado era no saber quién era ese Alá, salvo quizás un hombre con barba que animaba a masacrar inocentes, nada más lejos de la verdad.

Efectivamente el musulmán acepta su destino, su Dios así lo dispone y así lo acepta, pero ¿Quién le obliga a vengarse? ¿Quién dio la orden de disparar ese obús? ¿A quién le interesaba disparar? ¿Quién lo fabricó? ¿Quién gana, quién pierde? ¿La familia de Ben, el propio Ben, el parisino o turista en el aeropuerto de Bruselas que nada sabía de obuses?

Sinceramente estamos muy lejos de saber quién está detrás de todo esto, quién hace que jóvenes con toda la vida por delante, odien y se suiciden rodeados de inocentes, quién oprime el botón de un misil tierra / tierra, quién nos causa el miedo todos los días.

El odio va ir en aumento, así lo ha sido siempre a lo largo de la historia. Se cometerán atrocidades, seguirán muriendo inocentes de todos los bandos, mientras a nosotros nos meten en el bando que mejor les conviene. Morir por la media luna, por la cruz, por la estrella de David, por la bandera de un club de fútbol, qué más da, el caso es que tengamos miedo todos los días.

No sabemos quién es el enemigo, quién está detrás de tanta barbarie así que mientras llega el día en el que todo esté más claro fíate de tú intuición, ella jamás te defraudará sé de qué hablo. Sé muy feliz.

elyijadistaincoforme

Por Rubén García Codosero

Escritor y programador o viceversa.

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