¿Qué fue primero, el código QR o la gallina? Con esta pregunta quiero comentar el nivel de penetración del dichoso código pixelado en nuestras vidas. Productos de consumo, publicidad, paradas de autobús, carteles publicitarios. Casi todas las empresas lo usan para dar un toque de modernidad, pero en la mayoría de los casos, únicamente te lleva a una página web y poco más. Los expertos dicen que no hay información entre el público y que poquita gente sabe para qué sirven. Y digo yo, menudos expertos y menudas opiniones. Difundir en medios nacionales que el público tiene poca información de lo que es un código QR es para decirle, Señor Experto queda usted degradado. Y digo esto por subestimar a miles de personas. Seguro, querido experto, que nadie se ha preguntado qué significan esos cuadraditos negros que nos rodean por todos lados. Puede, señor experto, que usted se haya ido a preguntar a personas mayores. Esas personas mayores que no tienen un smart phone y que le importa un bledo internet. Si es así, podría decir que en los centros de tercera edad hay un gran desconocimiento de los códigos QR. Pues mire señor experto, ni por esas. Visite un centro de la tercera edad e infórmese un poquito, lo mismo le ponen un QR como visitante.
Dejemos un poquito al señor experto lucirse en la prensa escrita. Mi opinión es que el QR es algo nuevo que han creado, que puede estar bien en Japón o en EE.UU. pero que España molesta un poquito. Y molesta simplemente porque es cansado sacar el móvil, buscar la aplicación y fotografiar el QR. Preferimos memorizar el anuncio y buscarlo en internet, en casa o en el Smart phone. Por suerte ya tenemos una cultura publicitaria y sabemos que el QR nos va a llevar a una web preparada para decirnos lo maravilloso que es el producto. Ahora nos movemos por opiniones, nos interesa o nos fiamos más de las opiniones de otros usuarios. Por ejemplo en literatura, yo no me fío de la reseña de la editorial, o de una web con tres comentarios favorables. Lo mismo que para un coche, una película, un hotel, buscamos múltiples opiniones para aplicar nuestro criterio.
Reconozco que es una herramienta muy útil para medir, valorar, hacer estadísticas, etc., aunque lo utiliza muy poca gente (ahí le doy la razón al experto). Pero como usuario, es, de momento, poco práctico. Cuando los nuevos terminales reconozcan los QR sin necesidad de desbloquear el smart phone, otro gallo cantará, pero cuando llegue ese día, quizás los smart phone sean cosa del pasado.
El QR ha nacido y no necesita expertos para quedarse y evolucionar. Pienso que es un avance para entrar en espectáculos, o para llevar todas nuestras tarjetas de crédito, DNI, Carnet de Biblioteca, apoyado por un NFC, etc.
Mi opinión, es que el QR tiene fecha de caducidad por una sola razón, es feo. Nosotros no somos robots, tenemos gusto, criterio. El QR es cuadriculado, se le puede añadir colores, pero seguirá siendo feo. Al igual que hemos tapado los cables del tendido eléctrico, conductos de gas, el paso de la edad en nuestros rostro. El QR será sustituido por algo invisible que entiendan las máquinas y para eso el chip NFC tiene todas las papeletas.
Quizás las gafas de google suban el nivel del uso del QR, pero viendo nuestra evolución lo más probable es que pase a segundo plano rápidamente. Tan pronto como el NFC pase a formar parte de nuestras vidas.
Totalmente de acuerdo contigo, ademas de feo es un poco basico su principio.
Yo al principio los habia puesto en 2 de mis webs, pero al cabo de un par de meses los saque porque me parecieron un poco chorrada y eso que los habia puesto en color para que hicieran juego con la estetica de la web.
Saludos