Me hacen gracia últimamente las campañas de marketing que se generan en torno a los cursos llamados master. Los tienes de todos los tipos y precios como en una lonja portuaria. Pero parece ser que ahora te quieren regalar algo por contratarlo. Tienes desde suculentos descuentos, Tablet, teléfonos de última generación a contenidos gratuitos que no sabes si te van hacer falta alguna vez en tu vida. Esta práctica marketiniana que pretende sacarnos los euros haciéndonos creer que también ellos los sacan para nosotros, se puede perder en la noche de los tiempos.
¿Pero que es lo que hace decantar a un alumno un curso por otro? Sinceramente por el que mejor aprendas. ¿Y cómo saben que es el mejor? Pues por lo de siempre, por el boca a boca, por los comentarios en internet, por los resultados de quienes los hicieron.
Así que señores que impartís formación, menos invertir en regalar espadas y mas encontrar a esos Conan que las blanden en su vida. Al fin y al cabo en su certero corte esta vuestra supervivencia.
